Amo mi vida, cliché y todo. No siempre esta una en el momento maniaco de la montaña rusa, así que más vale aprovecharlo (y escribirlo, para que no se me olvide). Esta cool que hoy salió el sol, que aunque en teoría sale todos los días, aquí en Pacific Grove no nos damos por enterados, está cool el trabajo, está cool vivir con B en esta casita tan pritix, y está cool la cena que acabamos de terminar. Y el postre... ohhhhhh el postre. Yo digo que es un strudel, pero como yo de nombres no se, cuida'o que es otra cosa... por dentro lleva manzanas (del árbol de la casa de la mamá de B), albaricoques (de la casa de la vecina) y arándanos secos (que no se de dónde son). La masa es increíble, desde hace un tiempo vengo usando una cucharada de tofutti cream cheese (que no es queso de verdad, por que soy vegana) en las masas de mis pasteles y hace que queden tan crujientes y flaky (perdonen, que no tengo idea como se dice flaky en español... ufff soy una vergüenza latina, como la canción de calle 13). Este de la foto lleva azúcar en polvo y va sobre una salsa dulce de cerezas.
Hemos estado "caminando" todos los días, y digo, "caminando", por aquello de que es por el ejercicio y no por necesidad, lo cual hasta hace un par de años me parecía una tremenda pendejada, pero ahora, bueno... la vida. Para hacerlo más ameno -o más lógico- tratamos que sean entre 3 a 5 km con alguna utilidad, como ir a la biblioteca o ir por verduras, o algo así... En nota relacionada, ya va a comenzar la U la otra semana, y yo contenta de poder usar el gimnasio y la piscina de la U, falta ver que en efecto me de tiempo de ir al mencionado gimnasio, pero seguro que sí hago tiempo entre una cosa y otra.
Hablando de eso de amar mi vida, ya va siendo hora de irme a dormir (très pathétique, solo son las 10, pero, again, la vida).
Yala pues. Hasta mañana...