Wednesday, April 21, 2010

La Masa

Hace días que no hay luz en el baño y hay que bañarse con luz de vela... Yo creo que ya se quedó así para siempre.

Desde ayer llueve intermitentemente, no me molesta mucho, no caen chaparrones, sino gotitas frías y chiquitas, que hacen piscinitas de lodo, pero nada serio...

Ahora que digo piscinitas de lodo: anoche regresaba a casa como a las diez de la noche, después del parcial de literatura, -y sí, estaba lloviendo-y unas cuantas paradas antes de la mía, se bajó un man, bueno, más bien rodó un man fuera del bus. El busero se bajó para asegurarse que no había quedado bajo las llantas del bus y una vez comprobado, seguimos andando. Le pregunté al busero que por qué no llamábamos a la policía, después de todo el man quedó regado sobre un charco de lodo en medio de la noche -y la lluvia y el frío- y me dice el busero, "nadie lo mandó a tomar así... Por eso es que yo no tomo". Cuando llegué a mi casa le di varias vueltas a la vaina, llamo o no llamo, llamo o no llamo. Al final que si llamé y quién sabe que habrá pasado. Ojalá y el man haya podido arrastrarse hasta su sala antes que llegara la policía, pero pensé que si el man moría ahogado en un charco de lodo -full posible, la gente muere en su propio vómito... Bueno, he escuchado- y lo leía en los periódicos al día siguiente me iba a sentir todo mal.

B no llegó sino como hasta la media noche; yo me puse a ver una película dizque Grand Ecole de unos gays ahí.. No estaba ni buena, bueno, más o menos, pero la trama, quizás para la época en que se filmó estaba chilin pero no la terminé ni de ver. Y me puse a ver "dancing with the stars" y aunque lo viera en la computadora y fuera un episodio atrasado y no tuviera idea de quienes son la mayoría de esas "stars" y tenga un pocotón de tiempo de no tener tele de verdad... bueno, hay algo reconfortante en sentirse parte de la masa...

Sunday, April 18, 2010

Y todavia no comienzo el ensayo..

Esto es de la semana pasada, lo pasé hoy a la compu, para que ya deje de dar vueltas en mi bolso gigantesco. Tengo que escribir un ensayo sobre Elizabeth Bishop y tengo torres de su poesía y de análisis de su poesía en la mesita de noche. Me los llevo a pasear y me acompañan en el bus y en el café jipi que está en el centro. El único problema es que leer poesía solo me hace querer escribir poesía, escribir cuentos y hacer dibujitos en las servilletas. Todo menos escribir una bibliografía anotada, lo cual no sería un problema si el mencionado ensayo no fuera para dentro de un par de dias... pero bueno, esto es lo que pasó:

Necesito

Os deseo. A ti y tus palabras.
Deseo que me arrulles con tu prosa.
Que como a una rosa, lentamente me abras
y que poco a poco, me conviertas en tu moza

Que me susurres poesía
mientras me sujetas firmemente.
Que me lleves contigo en tu travesía.
Que me enseñes ese otro mundo, el que dices que es diferente.

Que me tomes de la mano, que me muestres
todo aquello en lo que crees;
me dejo gustosa, que me secuestres,
que me bañes con lo que fuiste, con lo que eres.

Quiero, bueno, necesito
saber si esto es unilateral
o si te interesa, aunque sea un poquito
nadar en mi litoral.

Textéame, facebookéame, dime que no es solo en mi mente.
Anda, que yo ya lo sé: sé que tu también lo sientes.

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Infinito desperdicio

El despertador no ha sonado, pero ella ya ha abierto los ojos; ha contemplado las posibilidades, bajo el matiz angustiante de la mañana. Comienza a salir el sol; las gotitas de agua lentamente se irán deslizando, evaporando, y ya para eso de las diez no quedará ninguna pegada a la ventana. Pero ella, hace tiempo que dejo de notar esas cosas. Ya no se fija en que como estamos en marzo, el sol le da en la cara si se sienta en el sofá de la sala al medio día y ya no se acuerda de que también por estas fechas, llegan esos pajaritos de la panza amarilla con rojo, los que picotean las frutitas de los arbustos de atrás.

Antes de pararse ya se ha imaginado llamando al trabajo, hablando con la jefa, tosiendo en el teléfono, diciendo lo siento, me siento fatal. Pero se para. Pone los pies sobre el piso frío, fuckin frío!, y no sabe muy bien cómo, pero llega hasta el baño. Le dice te quiero al espejo, por que lo leyó en algún libro, y se cepilla los dientes con la pasta nueva, la ayurvédica, la que no tiene flúor.

En la cocina, abre la refri, saca la leche y se la echa al cereal, le pone pasitas y se entrega a la tarea de devorarse el desayuno en cinco minutos. Ya va tarde, y si llega tarde otra vez, bueno, mejor no pensar en lo que una no quiere que pase, no vaya a ser que pase.

Se encuentra al vecino, al coqueto, no al guapo, de camino a la parada. Que si quiere que la lleve, le pregunta. Bueno, dice ella, y se monta en el carro del vecino coqueto, el que le va a mirar las piernas con disimulo y le va a decir que por que no se pasa por la casa esta noche, que tiene una ganjita que no te imaginas. No se, te aviso le dice ella y se baja, por que ya llegaron al centro y la oficina queda todavía a unas 3 cuadras, pero prefiere bajarse ahí, frente al café; así aprovecha y se compra un tecito o algo que la haga olvidar que otra vez se encuentra odiándose por odiar un día que en verdad no tiene nada de malo, tiene su salud, su salario y en unos minutos tendrá su tecito en la mano, calientito. Pero va a contar las horas, las horas que le faltan hasta el almuerzo, las horas que le faltan hasta la salida, las horas que le faltan hasta que acabe la clase de la noche, las horas que le faltan para abrir los ojos nuevamente, antes de que suene el despertador.

Friday, April 16, 2010

Escoger

Se han hecho largos los días, el sol sale más temprano y se oculta más tarde, el tipo de cosas que me hacen feliz: más tiempo para hacer más vainas.
Fuimos a la playa en la mañana, hermosa, de postal. Conocimos a una man que tenía un pato en una soguita. El pato no se veía tan triste que digamos, pero la verdad es que no supe bien que pensar, o mejor dicho, pensé en tantas vainas que no me quedé con ninguna. Pero esa chica me dio un dato, que me fuera al parque tal -o cual- que ahí había un grupo que se reunía a bailar poi. Los buscaré y los encontraré, pero espero no enredarme como aquella vez en Madison. Echaría el cuento, pero no viene al caso.
Escoger. Escoger un camino significa renunciar a todos los otros y eso nunca dejará de guillarme. Mientras más vieja menos me ensaño con esas cosas de la vida que me k-brean leve, como lo de no poder estar en dos lugares a la vez; me he cansado de intentar. Tengo una relación complicada con mis sueños, aunque a veces me frustre, por lo general, es rico soñar contigo, con la India, con el mar muerto, y con grabar un disco, aunque la dirección en la que voy -por ahora- no promete parar en ninguno de esos puertos...

Wednesday, April 14, 2010

Como se pasó tanto tiempo!

De repente hice así, y ya se habían pasado estos meses, no sé muy bien en qué. Tan preciado es el tiempo, que me he propuesto sacarle un poco más el jugo, aunque no será la primera vez que me propongo algo así y al rato se me olvida. Concluyo que mejor intentarlo otra vez, vale la pena; la peor diligencia es la que no se hace -dicen.

Hoy tuve muchas ganas de ir al parque a bailar poi, pero entre una cosa y la otra, salí tarde del trabajo, tuve que hacer unos mandados, en fin, que no fui. Pero me lleve los pois a la U, y practique un ratito entre clases. Q libertad. La verdad es q me encanta bailar. Siempre es igual, al principio estoy pendiente de que si alguien me esta viendo, que si qué van a pensar, pero lentamente algo más poderoso, indescriptible va llenando el espacio de la vanidad y me toma por completo. Ya no soy yo, separada de la tierra sobre la que bailo, sino que todo comienza a moverse junto y de repente todo, todo, cobra sentido.

Siento que ha regresado mi musa, bueno, musa(o) para no ser sexista, de repente en estos días he tenido ganas de escribir, de cantar, de bailar, de parkiar. Panamá full me recordó esa parte de mi que a veces se me olvida por estar en la burbuja.